La marginalidad del artista en el cuento “El alfarero” de Abraham Valdelomar
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La marginalidad del artista en el
cuento “El alfarero” de Abraham Valdelomar
1. Consideración teórica.
Antes de entrar al
análisis del relato “El alfarero”[1]
sobre la marginalidad del artista, recordemos que para Eric Landowski existen cuatro estrategias que
pueden distinguirse como actitudes y como modos de relación con respecto al gentleman: esnob, dandy, camaleón y oso. ¿En qué consiste cada categoría? El
esnob ve en la silueta del gentleman
el modelo a seguir, el dandy es un
sujeto dispuesto a todo con tal de desmarcarse y disjuntarse de la sociedad. En
cambio el camaleón, cuyo saber-hacer,
con toda discreción, consiste en hacerse tomar por alguien que pertenece ya al
mismo mundo aunque en realidad nunca se haya separado del universo
—completamente distinto—del que proviene; el oso, ese solitario —ese loco o ese genio— a quien nadie, salvo él
mismo, puede indicarles el camino a seguir. (Landowski, 2007: 54-55). Las
cuatro estrategias del modo identitario mencionadas nos permitirán aproximarnos
de una manera más acertada sobre la marginalidad del artista.
2. Identificación temática y la
significación del cuento.
El cuento “El alfarero”
gira en torno la frustración del artista al no poder plasmar la vida misma en
sus pinturas y a consecuencia de ello se convierte en un ser marginal. Si bien
los personajes protagónicos son el
alfarero y el músico, la que configura la significación
del cuento es el personaje Apumarcu (alfarero), quien es un sujeto que desea a
un objeto inalcanzable: plasmar en la pintura la vida tal y cual es, quiere
copiar los colores vivos e incluso dar vida a la naturaleza que simula en su
arte por intermedio de la alfarería. Para lo cual, está en constante búsqueda
de un color que le permita plasmar la vida tal cual es.
El sujeto (alfarero)
anhela plasmar la vida en el arte de la alfarería de una manera real pero se
frustra al no poder lograr. Por lo tanto el alfarero se convierte en la primera presencia, porque a partir de ella se organiza la significación del
relato. Si bien el narrador nos presenta
la interacción del primer personaje con el hijo de un curaca, a quien intenta
enseñar el arte de la alfarería, no quita la preponderancia del alfarero a modo de primera
presencia, de igual manera, el
ingreso del músico (quien toca la antara) y su relación amical con él, no le
resta valor. Además el segundo personaje importante (músico) del relato es un
sujeto que no tiene un objeto de deseo, pero sí es un ser marginal, un oso que aísla en el río para tocar su
antara por la tristeza que le inunda a consecuencia de la ausencia de su amada.
El narrador no nos muestra si el músico anhela recuperar o no a su amada,
solamente nos presenta su congoja, su pesar y su soledad a consecuencia de la
ausencia de la amada. En cambio no ocurre lo mismo con el alfarero, quien es un
sujeto que sí anhela o desea a un objeto: un color que ayude a representar la
vida tal y cual es, en el arte de la alfarería. El deseo del sujeto por
representar la naturaleza de una manera más fiel y real es concentrada e
intensa, además llega a su máximo grado. De igual modo el sujeto (alfarero)
presenta un estado de ánimo disfórico, se desespera, el color de su rostro
cambia a cada instante y se empalidece en cada momento al no hallar el color
exacto para plasmar su proyecto casi imposible. Por lo tanto la organización de
la presencia quedaría de la siguiente
manera:
El espacio donde el sujeto proyecta la mira al objeto de deseo es extensa o difusa,
porque su deseo primeramente es hallar un color que brinde vida o copie la
naturaleza real, para lo cual se halla sumergido en un espacio amplio: el
bosque. Por lo tanto el campo de
presencia es extenso, amplio o difuso, donde la relación del sujeto con el campo de presencia se da de una manera
disímil, el sujeto se presenta como un ser perturbado por el deseo casi
imposible con estados de ánimos disfóricos y desordenados frente al
espacio-naturaleza armónico y ordenado.
El
deseo del sujeto por hallar un color
para plasmar en la alfarería la vida misma, llega a su máximo grado, el sujeto
se desespera y se frustra en cada instante, por lo cual, la intensidad sensible se torna fuerte,
igual ocurre con la extensidad: la mira puesta por el sujeto en el objeto
de captación (Fontanille y
Zilberberg, 2004: 122) es amplio, el sujeto busca a su objeto de deseo en un
espacio extenso. Por lo tanto la intensidad
es fuerte y la extensidad es difusa
(amplia), una zona de intensidad y de extensión igualmente fuertes que si
queremos hablar de acuerdo el estilo categorial pertenece a la serie (Fontanille, 2012: 35). En
conclusión la intensidad y la extensidad, gráficamente, se definiría de la
siguiente manera:
Cuando el sujeto
(alfarero) intenta mezclar los colores que extrajo de la naturaleza la
intensidad se presenta en menor grado, porque su estado de ánimo no varía
mucho, se mantiene constante; en cambio cuando intenta buscar un color que le
permita plasmar la vida tal y cual es, la intensidad
se torna fuerte, porque hay desesperación y frustración al poder hallar ese
color (objeto deseado). De igual modo cuando el sujeto se halla en su cabaña
realizando las actividades de alfarería la extensidad
es débil, a comparación del espacio de búsqueda de un determinado color, en
cambio cuando el sujeto se halla en el bosque la extensidad es amplia.
3. La marginalidad del artista y su paso por
los modos de identidad
De las cuatro
categorías la que mejor identifica a la marginalidad del artista en el relato
que nos hemos propuesto a analizar es el oso,
porque tanto el alfarero como el músico son seres marginales, genios locos e
incomprendidos al que nadie les indica el camino a seguir, ellos eligen vivir
al margen de la sociedad, en la soledad y entrega total al arte. El alfarero se
aísla de la sociedad en su búsqueda de motivos y colores que le permitan
plasmar en el arte al mundo tal y cual es, en cambio el músico se aísla a
consecuencia de la pérdida de su amada.
Pero tanto el alfarero como el músico,
antes de ser un artista marginal oso,
pasan por otros modos de identidad. Por ejemplo el personaje Apumarcu
(alfarero), en un primer momento es un dandy,
porque está dispuesto a disjuntarse y desmarcarse de la sociedad para llevar a
cabo su proyecto de búsqueda de un color que le permita plasmar en la alfarería
la vida tal y cual es, luego pasa a ser un oso,
pero no se queda solamente en este estado, sino también pasa a ser un camaleón al entrar en contacto con el
músico en la soledad de la naturaleza. Es decir, esa locura de vivir en soledad
y buscar los colores vivos para su arte, se rompe al hallarse con el músico,
porque ambos llegan a establecer una amistad y se admiran uno y el otro. El alfarero se somete al talento del músico
Yactan-Nanay, y el músico se somete al talento del alfarero. Pero las
transformaciones que se dan en el músico son distintas, en un principio es un oso, porque se aísla y se mantiene en
soledad deleitando su música en la orilla de un río, es un genio al que nadie
más que él mismo le indica el camino a seguir, hasta que el alfarero le interrumpe.
Después del encuentro con el alfarero, el músico pasa al estado de camaleón, porque, «cuyo saber-hacer, con
toda discreción, consiste en hacerse tomar por alguien que pertenece ya al
mismo mundo[1]
aunque en realidad nunca se haya separado del universo —completamente
distinto—del que proviene» (Op. Cit.). El músico se siente encantando con la
habilidad del alfarero, porque logra ver la réplica de la cabeza de su amada en
unos trozos de barro, además él siente que solamente el alfarero le comprende
su dolor y su soledad, es un artista que se siente atraído por el talento de
otro artista, siente que el alfarero le completa el vacío que le causa la
ausencia de su amada y además deja el lugar donde siempre delita su música para
seguirle al alfarero, por ello es que se identifica con un camaleón. Si bien el músico abandona su lugar de permanencia en
soledad en el río, al entrar en contacto con el alfarero, no se distancia de la
naturaleza, ambos pertenecen al mismo espacio y mantienen algo en común: el
amor por el arte. Pero al final del relato, con la muerte del alfarero, el
músico se queda nuevamente en soledad, con lo cual vuelve a la identidad del
oso. Por lo cual, la marginalidad del artista y su paso por los modos de identidad
se da de la siguiente manera:
El alfarero pasa por tres modos identitarios: el primero (Dandy), cuando rompe la relación con la
sociedad, a partir de los sucesos ocurridos con el hijo de un curaca, quien en
su intento de aprender el arte de la alfarería confunde la estatua de barro con
Supay (demonio). Cabe afirmar también que
el único intento del alfarero de ponerse en contacto con la sociedad es
por intermedio del hijo del curaca, quien intenta aprender el buen oficio de la
alfarería, pero fracasa, porque al entrar en uno de los espacios oscuros donde
se halla la estatua de barro, el niño se confunde con el demonio, con el
monstruo que supuestamente le jala de la mano.
A consecuencia de este incidente el alfarero Apumarcu decide cortar la
relación con el pueblo y él mismo se provee de alimentos, se convierte en un dandy. Ese distanciamiento de la
sociedad y la ruptura con el hijo de un curaca, le convierte en un dandy, al principio, para luego
convertirse en un oso, «un genio loco
y solitario» que busca un color con que pueda representar la vida tal y cual
es. Pero después del encuentro con el músico en la orilla de un río, pasa a ser
un camaleón, gracias a esa atracción,
a ese lenguaje único que permite entenderse a ambos: el arte. La característica
identitaria camaleón, comparten ambos
personajes, porque tanto el alfarero y el músico se siente atraídos por el arte
y se admiran mutuamente.
En cambio el músico pasa solamente por dos
características identitarias: oso y camaleón, porque al principio lleva el
rasgo identitario del oso, luego del camaleón y con la muerte de su amigo
alfarero, nuevamente vuelve a la característica identitaria inicial: el oso. El músico es un sujeto que se aísla
a consecuencia de la muerte de su amada, de lo cual, podemos concluir que la
ausencia de amor conduce a dicho sujeto a desvincularse de la sociedad[1] y
vivir en un espacio marginal y en soledad hasta hallarse con otro artista con
quien sí llega a comunicarse. Esa vivencia en soledad y a modo de locura hace
que el personaje al principio se identifique con el oso. Luego esa soledad se rompe con la interrupción del alfarero,
cuando en silencio del atardecer y en la soledad deleitaba su música. Esa
interrupción del alfarero es el inicio de la transformación identitaria del
músico, porque deja de ser un oso y
se convierte en un camaleón, porque
cuyo saber-hacer (de la música) se hace tomar por otro (alfarero) por alguien
que pertenece ya al mismo mundo (del arte). El músico se hace amigo del
alfarero y le sigue a su cabaña, ambos comparten ese amor por el arte y se admiran
uno y el otro, por lo cual, ambos comparten la misma característica identitaria
de camaleón. Ambos personajes son
seres marginales, artistas que se aíslan de la sociedad, incluso afirman no
tener ayllu, el único sentido que le da a la existencia de estos dos personajes
es el arte. Si bien el alfarero está vinculado al arte del barro, el músico
está vinculado al manejo del instrumento, ambos personajes son seres
excepcionales que se admiran el uno y el otro; por ello desde ese encuentro y
entendimiento amical, ambos comparten el mismo rasgo identitario hasta que el
alfarero toma la fatal decisión de cortarse el puño para experimentar y
completar el color que tanto busca, hasta perder la vida y dejar plasmado su
propia vida en el barro. Al final del relato el músico se queda nuevamente
solo, en abandono, y bañado por la tristeza, convertido nuevamente en un oso solitario, «siguió tocando hasta que
la noche cayó, como una sola sombra inerte sobre el mundo silencioso»
(Valdelomar, 2009: 221).
4. Conclusiones
finales:
a. La
frustración del artista, al no poder plasmar la vida misma en la alfarería, conduce
a la soledad y en lo convierte en un ser marginal.
b. En
cuanto la significación, el alfarero se evidencia como la primera presencia, porque
a partir de ella se organiza el aspecto semiótico del relato, donde la intensidad y la extensidad son igualmente fuertes, lo cual hace que la zona de
correlación sea conversa. En cambio el músico, otro personaje importante, no
tiene un objeto de deseo definido.
c. En
cuanto el aspecto identitario, el alfarero pasa por tres etapas: dandy, oso y camaleón. En cambio
el músico pasa solamente por dos: oso
y camaleón, pero sufre tres cambios
identitarios, primero se identifica con el oso,
luego con el camaleón y con la muerte
del alfarero vuelve nuevamente a la identidad de oso.
5. Bibliografía.
FONTANILLE,
J. y Claude ZILBERBERG.
2004 Tensión
y significación. Lima: Universidad de Lima / FCE.
FONTANILLE,
Jacques.
2012 Semiótica
y Literatura. Ensayos de método. Lima: Universidad de Lima.
LANDOWSKI,
Eric.
2007 Presencias
del otro. Lima: Universidad de Lima.
VALDELOMAR,
Abraham.
2009 Cuentos
completos. Lima: S.C.G. (Versión online en: https://es.scribd.com/doc/17231551/Abraham-Valdelomar-Cuentos-completos).
[1]
Esto nos permitiría afirmar que al inicio el músico es un dandy, pero en el relato no hay suficientes descripciones que nos
permita afirmar ello. Pero sí las dos características identirarias oso y camaleón están presentes en el personaje músico, de una manera
clara.
[1]
Por ejemplo el músico al establecer una amistad con el alfarero (Apumarcu)
entra a un mismo mundo, a un mundo que ya conoce: ambos son artistas y
pertenecen al mismo mundo. Por lo tanto se caracteriza como el camaleón (Landowski, 2007: 55).
[1]
El cuento que se ha escogido para el presente trabajo pertenece a los Los hijos del sol (Intipa-Churincuna).
(Valdelomar, 2009: 217-221) Dsiponible
en: https://es.scribd.com/doc/17231551/Abraham-Valdelomar-Cuentos-Completos.
y los personajes
ResponderEliminarEste comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarCuál es su contexto , genero , ideas principales y secundarias
ResponderEliminartu culo
EliminarQue pro
EliminarConsulto si éste cuento se puede considerar como introducción del autor en las leyendas del Indigenismo? De su inspiración en éstas?
ResponderEliminarya matenme me dejaron exponer este cuento
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