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Introducción
Al
leer a Cisneros, lo primero que se nos ocurre es querer analizar todas sus
obras en conjunto, porque hay un hilo comunicativo que los une, a pesar de que
las técnicas argumentativas en cada una de ellas son diversas y de un amplio
bagaje, con presencia de metáforas y campos figurativos muy variados, pero a
pesar de todo, lo que más predomina en sus obras es la ironía y el humor en forma
expresiva y crítica. Por ello, elegir
a la obra poética de Cisneros para un estudio o análisis crítico no es
sencillo, puesto que es un autor que ha producido obras de relevada
importancia. Comenzando por Destierro
(1961) y continuando con David (1962),
Comentarios reales de Antonio Cisneros (Premio
Nacional de Poesía)(1964), Canto
ceremonial contra un oso hormiguero (Premio Casa de las Américas)(1968), Agua que no has de beber (1971), Como higuera en un campo de golf (1972),
El libro de Dios y de los húngaros
(1978) y otros libros que podríamos continuar mencionando.
De
todas las obras mencionadas arriba, he visto conveniente desarrollar mi trabajo
sobre el poemario Comentarios reales de
Antonio Cisneros, por ser una obra que nos sirve como puerta de entrada
para entender a los demás poemarios del autor y también porque guarda un legado
muy importante por ser una obra distinta a las demás obras de otros autores de
su época, porque no solamente se queda en el juego del lenguaje o la poesía
conversacional, sino, va más allá, busca instrumentalizar a la poesía y
reelaborar una crítica basado en la otra cara de la historia oficial. En los Comentarios reales, Cisneros reescribe y
reelabora la historia de otra manera, diferente a la historia oficial,
valiéndose de la ironía, el humor y la desmitificación. Busca héroes anónimos y
resalta su imagen. Manifiesta implícitamente, que a causa de la colonia
española, la sociedad de hoy, está enferma, donde las apariencias relucen e
intentan convencer al pueblo como si fueran verdades únicas. Es donde el poeta
lanza sus puyas a los opresores y sistemas dominantes. Para ello, Cisneros
elige como soporte a la obra Comentarios
reales del Inca Garcilaso de la Vega, quien pues está inscrito en la
historia oficial. A cambio de Garcilaso, Cisneros quiere valerse de la poesía
para reelaborar la historia peruana desde la época preínca hasta la colonia,
pero desde la otra cara, desde la otra mirada inversa a la oficial.
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En
el primer capítulo abordaré sobre los campos retóricos en la poesía de Cisneros
y la perspectiva de la crítica, donde también desarrollaré sobre la opinión de
algunos críticos y la presencia de la poesía conversacional en Cisneros, quien
en base a dicha técnica busca reescribir la historia peruana de otro modo
valiéndose de la ironía y la desmitificación. El segundo capítulo de mi trabajo
está relacionado con el desarrollo sobre los campos figurativos relevantes en
el poemario, donde trataré de resaltar la presencia de la antítesis con su
figura retórica predominante de la ironía, de igual modo sobre la presencia de
la metáfora. Por último en el tercer capítulo abordaré sobre los
interlocutores, las técnicas argumentativas y trataré de desarrollar sobre la
organización del poemario, de igual manera intentaré aproximarme a la
cosmovisión que configura el texto argumentativo.
La
edición que hemos elegido para nuestro análisis es la poesía Poesía reunida (1961-1992), publicada
bajo el prólogo de Julio Ortega[3]. Puesto
que es una edición confiable y a la vez con la inclusión de obras muy
importantes que también nos ayudarán a contextualizar y entender mejor la
poética de Cisneros.
Quiero cerrar esta introducción,
agradeciendo al profesor del curso por orientarnos y conducirnos en nuestra
formación profesional de una manera considerable y admirable, porque sin esa
técnica loable y la clase didáctica que recibí en el curso de Retórica y
Estilística Literaria, hubiera sido imposible realizar este trabajo. También
quiero afirmar mi convicción de haber adquirido una buena experiencia y una
buena base para afrontar proyectos más grandes en el futuro, gracias a este
trabajo. No pretendo plasmar la perfección, pero sí pretendo plasmar mi
esfuerzo y de esa manera preparar un camino sólido para mi mejor formación en
el curso de Literatura, por ello, he priorizando en el trabajo mis propias
ideas para no caer en la copia o redundancia de ideas, pero, a pesar de todo,
temo haber coincidido, sin esa intención de copia, con la idea de los demás.
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CAPÍTULO I
1. LOS CAMPOS RETÓRICOS EN LA POESÍA DE
CISNEROS Y LA
PERSPECTIVA DE LA CRÍTICA
Antes de entrar al análisis del poemario Comentarios reales de Antonio Cisneros,
en este capítulo desarrollaré sobre los campos retóricos en la poesía de
Cisneros y sobre la perspectiva de la crítica. Porque sin los dichos detalles,
no podemos llegar a una mejor aproximación a ningún texto. En cuanto la
perspectiva crítica, desarrollaré de una manera somera para no explayarme
solamente en la opinión vertida por los demás. Sobre todo, mi objetivo es
plasmar en el presente trabajo un análisis propio y buscar mi originalidad de
la mejor manera sin caer en la repetición de ideas innecesariamente.
1.1. DEFINICIÓN
DE CAMPO RETÓRICO
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1.2. LA
POESÍA DE ANTONIO CISNEROS Y LA PERSPECTIVA DE LA
CRÍTICA
La poesía de Antonio Cisneros tiene una
gran variedad de estudios, análisis y comentarios críticos, entrevistas,
ensayos y artículos que pues, son muestra de la producción magistral del autor
en cuanto se refiere a la poesía. Si realizamos una distinción con los demás
autores de su época, es un autor que camina en lo solitario y en su propio
horizonte, sin desmerecer a los demás, es un autor con un objetivo más claro
que los otros poetas. Mientras que otros poetas de su época tienen una mirada
más reducida y limitada, Cisneros apunta hacia una mirada más universal,
intenta hacer de la poesía un instrumento eficaz que materialice discursos
hegemónicos pero a la inversa. Por ejemplo, en su poemario Comentarios reales, ya se ve
esa intención universalista de no hablar solamente de sí mismo, sino, hablar de
un conjunto de personas, hablar de la otra cara de la historia. No se queda
simplemente en un “yo”, sino, siempre busca un “otro” a quien ridiculizar y
disparar bajo el arma eficaz de la poesía. Es un autor que está convencido de
su capacidad de dibujar un mensaje crítico con sus versos, es un autor que
busca revelarse con lo puro, oficial y puritano. Para Cisneros, la poesía debe
de ser un arma para desmitificar o bajar de su peldaño brilloso a un objeto
considerado formal por los dominantes o dominadores, no solamente la poesía
debe de quedarse en una simple expresión o juego de palabras, sino, debe buscar
la trascendencia en el imaginario de la sociedad.
Estoy de acuerdo con la opinión del
profesor Hildebrando Pérez de que la obra lírica de Antonio Cisneros, sobre
todo a partir de los años 70’, lo perfila como de los mayores poetas en lengua
española y uno de los más traducidos a otros idiomas modernos, hecho de que lo
distingue dentro de su marco generacional[5],
porque ya, desde sus primeros poemarios, Destierro (1961) y David (1962), ya se
ve su calidad, su madurez y el dominio léxico con una mirada conversacional. El
poeta no intenta complicarse en la búsqueda de un lenguaje complejo, sino, mas
bien, trata de ubicarse dentro de un lenguaje alturado y con ello, logra
aproximarse a la sociedad con mayor facilidad.
Muchos críticos afirman que Cisneros
recibió el impacto de la poesía de Brecht y de la poesía angloamericana, por
ejemplo, Antonio Cornejo Polar, afirma que Cisneros asimiló muy temprano ambas
lecciones y que en la tarea de construir su propia tradición, encontró a Eguren
como su maestro predilecto[6].
Según el mismo crítico, sensibilizado por las lecturas precoces de Eguren,
Cisneros estaba bien preparado para asimilar el objetivismo narrativo de Brecht
y la moderna poesía angloamericana[7].
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En cambio María Luisa Fisher afirma que
la poesía de Cisneros intenta inscribirse en la historia, intenta reinscribir
la historia tanto en la que ésta tiene de
actualidad e inmediatez, como en su posibilidad de ser memoria,
reconstrucción y revisión del pasado más distante. Y al hacer referencia sobre
el poemario Comentarios Reales a que
nos hemos propuesto analizar, Fisher afirma que dicho poemario reescribe la
historia del Perú, para desmentir y criticar la versión oficial que de ella
circula. Con lo cual, también estoy de acuerdo, porque el objetivo de dicho
poemario es reescribir la historia de otra manera, desde otro horizonte, desde
el espacio de los olvidados, poniendo en un relieve crítico y irónico a la
historia oficial.
Antonio Zapata, es uno de los críticos
que ha tomado bastante interés en la poesía de Cisneros, quien aparte de
organizar y editar algunos diálogos, comentarios y artículos que hemos citado
anteriormente, también participa con su interesante artículo: “La poesía urbana
de Antonio Cisneros”, donde plantea que los textos de Cisneros establecen un
diálogo continuador con los textos de Baudelaire y de Darío, es de decir hay
una intertextualidad en cuanto el desarrollo temático sobre el malestar que
ocasiona el crecimiento y la incomunicación urbana[10].
Podemos continuar mencionando la opinión de más críticos, pero para no
extendernos mucho en la opinión de los demás, basta lo desarrollado en los
párrafos anteriores.
1.3. LA
POESÍA CONVERSACIONAL EN CISNEROS
|
Desde los años 60 hasta nuestros días,
múltiples son los estudios que se han escrito sobre una vertiente de la poesía
que empezó a nacer en los años 60 con gran fuerza en toda América Latina y que,
sin duda, con muchas transformaciones y variantes, se sigue escribiendo en
estos momentos. Sin duda, Cisneros, no fue ajeno a ello, es un poeta que hace
de lo suyo el aspecto conversacional en su poesía, puesto que, dicha técnica
fue muy popular en América Latina. Tal vez es la tendencia poética que más
impacto ha producido en los lectores de nuestros días por su acercamiento a lo
coloquial y a la lectura entretenida, con ello, sin caer en la vulgaridad,
sobre todo logró despertar el interés en el lector de sentirse familiarizado
con el lenguaje poético de la época. Tal como lo dice su nombre esta es una poesía
que se construye reproduciendo formas y estructuras propias de la conversación
cotidiana. La Poesía Coloquial o
Conversacional es la antítesis de la poesía hermética, críptica y retórica[11].
La poesía conversacional se torna interesante no solo porque permite un
acercamiento ameno al lector, sino, también porque ha permitido musicalizar
dichos poemas. La poesía conversacional se proyecta a la aventura de porvenir
sin demasiado cuidado por la definición.
|
Las características de la poesía
conversacional según Fernández Retamar[16],
en resumen, serían los siguientes:
§ La
Poesía Conversacional se define positivamente, es decir, no parte contra algo,
sino que postula que debe ser una poesía que llegue al hombre común y para eso
utiliza el lenguaje de la conversación habitual.
§ La
Poesía Conversacional no se define del todo.
Dentro de ella caben muchas corrientes diferentes. Tampoco sus temas o tópicos son los mismos
para todos los poetas conversacionales.
§ La
Poesía Conversacional puede ser grave, tocar temas de profundo dramatismo, por
ejemplo: los detenidos-desaparecidos, los explotados, los torturados, etc.
§ Pudiendo
ser seria, no cae en la solemnidad arcaica.
Es sencilla.
§ Es
una poesía que tiene clara conciencia de que es un vehículo de transmisión de
ideas políticas, religiosas, eróticas.
Es opuesta a la poesía escéptica.
§ Muestra
la sorpresa o el misterio de lo cotidiano.
§
|
CAPÍTULO II
2. LOS CAMPOS FIGURATIVOS EN EL POEMARIO
COMENTARIOS
REALES
En el primer capítulo he desarrollado
sobre los campos retóricos en la poesía de Cisneros y la perspectiva de la
crítica, donde pues he abordado sobre la opinión de algunos críticos y la
presencia de la poesía conversacional en Cisneros, quien en base a dicha
técnica busca reescribir la historia peruana de otro modo valiéndose de la
ironía y la desmitificación. En este capítulo desarrollaré sobre los campos
figurativos presentes en el poemario Comentarios Reales que, gracias a ello, me
aproximaré de la mejor manera a la idiosincrasia y los valores lingüísticos que
subyacen en la mencionada obra.
2.1. DEFINICIÓN DE CAMPO FIGURATIVO.
Como adelanté en la introducción, un CAMPO
FIGURATIVO es un bagaje cultural cognitivo que organiza conceptos y expresiones
de acuerdo su semejanza, relación y significado. Los campos figurativos más
representativos son seis: metáfora, metonimia, sinécdoque, antítesis,
repetición y elipsis. Cada uno de estos campos figurativos se subdivide en
otras figuras retóricas. Dentro de la METÁFORA está presente la matáfora
propiamente dicha, la catacresis, símbolo, emblema, alegoría, similitud,
personificación y la parábola. La METONIMIA está conformada por otros tipos de metonimia
(efecto-causa, causa-efecto, etc.), la SINÉCDOQUE también guarda dentro de
ella, un conjunto de sinécdoques (parte-todo, todo-parte, verbigracia, etc.).
En cambio la ANTÍTESIS es un campo figurativo que agrupa figuras que se
fundamentan en la contradicción, están incluidas en ellas figuras como:
negación, inversión (hipérbaton), ironía, oxímoron y paradoja. De igual modo la
REPETICIÓN agrupa varias figuras: la repetición en su sentido estricto, la
amplificación, la anadiplisis, el clímax, quiasmo, postposición, la anáfora, la
epifora, el polisíndeton, la paranomasia y otras figuras más. El último campo
figurativo, la ELIPSIS o RETICENCIA que consiste en la falta de algo, de una o
varias palabras, está compuesto por: la reticencia, el asíndeton, el zeugma y
otros campos figurativos[17].
2.2.
LA ANTÍTESIS Y OTROS CAMPOS
FIGURATIVOS
En el poema de Cisneros es muy recurrente
la antítesis, sobre todo con la presencia de la ironía, tanto a nivel textual y
contextual, porque en ambos casos, se quiere decir lo contrario de lo que se
dice. Por ejemplo, en la mayoría de los poemas de Comentarios Reales, en la intención de ridiculizar y desmitificar
lo desarrollado por la historia oficial, el locutor se vale de la ironía.
|
A continuación, elegiremos los poemas más
representativos de cada parte del poemario Comentarios
Reales para un mejor análisis. Como bien sabemos, dicho poemario se divide
en: “Antiguo Perú”, “Hombres, obispos, soldados”, “algunos muertos”, “Nuestros
días” y culmina con el “Epílogo”. Veamos el primer poema de “Antiguo Perú”:
Paracas
Desde
temprano,
crece
el agua entre la roja espalda
de
unas conchas
y
gaviotas de quebradizos dedos
mastican
el muymuy de la marea
hasta
quedar hinchadas como botes
tendidos
junto al sol.
Sólo
trapos
y
cráneos de los muertos, nos anuncian
que
bajo estas arenas
sembraron
en manada a nuestros padres.
(Pág. 47)
El
poema anterior podemos dividir en cuatro partes. Los tres primeros versos
conforman el exordio porque sirve de introducción al poema y, la tercera
estrofa (versos 4 y 5) forma la narración, los versos 4 y 5 nos narran sobre la
actitud de las gaviotas. La argumentación está presente a mi opinión en los
versos 6 y 7, porque allí nos fundamenta de que las gaviotas a causa de
masticar el muymuy de la marea quedan hinchados. El poema cierra con la
peroración inicial (versos 8 y 9) y final (versos 10 y 11) que como especie de
conclusión el locutor nos anuncia que en la tranquilidad de la naturaleza de
Paracas, se guardan grandes sucesos que la historia oficial no nos cuenta,
pero, a pesar de ello aún hay presencia de cráneos que nos anuncian sobre la
masacre de nuestros antepasados.
El poema “Paracas”, similar que los
poemas consecuentes, ya desde el título nos anticipa su carácter de poema
argumentativo y con un claro predominio de la narración, ya nos anticipa de qué
van a tratar los versos y, en torno a ello, gira el conjunto del poema.
Recordemos un poco sobre el título: Paracas fue una importante civilización
precolombina del Antiguo Perú, del periodo denominado Formativo Superior u
Horizonte Temprano, que se desarrolló en la península de Paracas, provincia de
Pisco, región Ica, entre los años 700 a. C. y 200 d. C. Es contemporánea en
parte con la cultura Chavín que se desarrolló en el norte del Perú. En la
historia oficial principalmente sobre Paracas se menciona sus habilidades y
virtudes en cuanto la trepanación craneana y la textilería, más no de los
sacrificios que se realizaban, ni mucho menos de las muertes de nuestros
antepasados sembrados en manada que Cel locutor del poema nos anuncia. El poema
argumentativo, sobre el ambiente actual de Paracas, nos manifiesta que todo
está natural en un espacio donde nuestros antepasados hicieron historia.
Pareciera como si nada haya ocurrido, porque no hay señales de lo que sucedió
con nuestros antepasados a comparación de unos cráneos regados sobre las arenas
que nos anuncian que mucha gente fue sacrificada y tratada como animales. Esto
no anuncia la historia oficial, pero sí la función argumentativa que cumple el
poema.
También cabe señalar que en los versos
del poema “Paracas” aparte de la ironía, están presentes las metáforas
adjetivales[18]
(“la roja espalda de unas conchas/ gaviotas de quebradizos dedos”), los cuales
son muy recurrentes casi en la mayoría de los poemas de Comentarios Reales.
Veamos ahora el carácter argumentativo en
el segundo poema de la primera parte del poemario:
Pachacamac
|
y
esta dura paja, me entristecen.
Aquí,
el constructor hundía sus rodillas
en
la arena, o espantaba
muchachos
de quemadas espaldas,
merodeadores
de estanques y terrazas.
No
han llegado las balsas,
ni
los viejos con sus gorros peludos,
su
cinta de colmillos. Apenas
unas
lagartijas arrugadas y verdes
se
acuestan en los muros, orinan
casi
a diario sobre el pellejo
del
sabio constructor.
(pág. 48)
En el poema anterior, el exordio está
comprendido entre los versos 1 y 2, donde a modo de introducción el locutor nos
anuncia su nostalgia a consecuencia del recuerdo por el pasado. A comparación
del poema “Paracas” aquí ya cambia el orden, porque después del exordio
continúa la argumentación que inicia en el verso 3 y culmina en el verso 9,
donde el locutor nos anuncia dos temas:
el trabajo del constructor, sus molestias ante unos muchachos que no trabajan
y, nos anuncia que no han llegado a esta zona los viejos con gorros peludos y
cinta de colmillos[19].
La narración está presente al parecer en los versos 10 y 11, porque nos
describe sobre la característica de las lagartijas y sobre su paradero (se
acuestan en los muros).
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Cisneros ubica al Dios Pachacamac al
nivel del hombre común, incluso no tan útil, más que espantar a muchachos de
quemadas espaldas que merodean en los estanques y terrazas, ni siquiera
ahuyenta a muchachos hábiles y forjadores de la sociedad, sino, a muchachos que
pierden el tiempo sin hacer nada productivo. Mientras ocurre esto, los
españoles, “los viejos con sus gorros peludos” no se asoman aún a dicho
espacio. Lo cual es evidente en los versos posteriores del poema anterior. El
Dios Pachacamac, según el poema es un hombre cualquiera, es supuestamente un
constructor, pero un constructor a quien ni siquiera respetan los animales, más
al contrario «unas lagartijas arrugadas y verdes, orinan/ casi a diario sobre
el pellejo/ del sabio constructor» (Ibídem). Irónicamente y con tono de burla, la
intención del poema argumentativo es mostrar al Dios Pachacamac como a un
simple ser.
En cuanto las figuras retóricas, similar
que el primer poema, en “Pachacamac” hay presencia preponderante de la ironía
y, está cubierta casi en su totalidad por la metáfora, donde podemos hallar la
metáfora adjetival («muchachos de quemadas espaldas/ lagartijas arrugadas y
verdes»).
En los poemas anteriores, ya hemos
realizados las respectivas divisiones del poema argumentativo, a continuación
analizaré dos poemas más para pasar a la segunda parte del poemario, pero lo
haré de una manera somera para no extenderme mucho.
Trabajadores de tierras para el Sol
Sabían
que el sol
no podía
comer
ni siquiera
un
retazo
de choclo,
pero evitaron
el fuego,
la estaca
en
sus
costillas
(pág.
49)
|
La primera parte del poemario cierra un
breve poema que resume los tres anteriores, titulado, “Antiguo Perú”:
Con ramas de huarango
Espantaban las moscas que crecían
Sobre el pecho de sus muertos.
En las praderas del templo,
Viejos curacas hacían el amor
Con las viudas, y un sol enrojecido
Achicharraba
Los huesos de sus hijos
(pág.
50)
Como en los poemas anteriores, en este
poema se desenmascara el pasado histórico que trasmite la historia oficial. El
poema nos muestra la cara inversa del pasado, un pasado plagado de desorden y
erotismo, provista de corrupción por parte de quienes dirigían. De acuerdo el
poeta, el pueblo siempre ha sido oprimido, abusado y aprovechado. En esto, el
poema argumentativo se presenta como un documento defensor, como el vocero de
los más explotados, de los héroes anónimos y de los más débiles. No solamente
se queda en la actitud desmitificadora, sino, va más allá, a una búsqueda de
las verdades ocultas dentro de las falsas apariencias que el Estado siempre
muestra al pueblo.
En el párrafo anterior, ya hemos
culminado con el análisis de la primera parte del poemario, ahora queremos
rescatar algunos rasgos y campos figurativos de los poemas de la segunda parte
de Comentarios Reales que justamente
se titula “Hombres. Obispos, soldados”, inicia con el poema “Los conquistadores
muertos”, dividido en dos partes.
I
Por el agua aparecieron
los hombres de carne
azul,
que arrastraban su
barba
y no dormían
para robarse el
pellejo.
Negociantes de cruces
y aguardiente,
comenzaron las ciudades
con un templo.
II
Durante este verano de
1526,
derrumbóse la lluvia
sobre sus diarios
trajines y cabezas,
cuando ninguno había
remendado
las viejas armaduras
oxidadas.
Crecieron también,
negras higueras
entre bancas y altares.
En los tejados
unos gorriones le
cerraban el pico
a las campanas.
Después en el Perú,
nadie fue dueño
de mover sus zapatos
por la casa
sin pisar a los muertos
ni acostarse junto a
las blancas sillas
o pantanos,
sin compartir el lecho
con algunos
parientes cancerosos.
Cagados por arañas y
alacranes,
pocos sobrevivieron a
sus caballos.
(pág.
51)
La primera parte del poema argumentativo
en cuanto el aspecto temático está divido en dos partes: la primera parte del
verso 1 hasta el verso 5 que trata sobre el ingreso de los hombres de carne
azul (españoles) representa el exordio y la segunda parte del verso 6 al 9 que
trata sobre la actividad a que se dedicaban dichos sujetos de carne azul, lo
cual asume tanto el rol de argumentación y narración, porque no solamente se
queda en la explicación, sino también el locutor intenta narrar los hechos de
los hombres de carne azul.
En la segunda parte del poema también hay
presencia de la narración (desde el verso 10 hasta el verso 19) y argumentación
(del verso 20 al 26). El poema culmina con la propuesta de la peroración
(versos 27 y 28) como especie de conclusión de que los hombres de carne pocos
sobrevivieron a causa de la furia de la naturaleza (lo cual está representado
por arañas y alacranes). Es muy importante en el poema la función que cumple la
parte de la argumentación, donde el locutor desmitifica a la actitud de los
hombres de carne azul que llegaron con ambición desmedido y con actitudes
negativas, como es el caso de robarse el pellejo y, después de todo, obtuvieron
con facilidad lo que quisieron y sin mucho sacrificio, pero sí pisando a los
muertos (indígenas) matando a diestra y siniestra para obtener riquezas.
Similar que los poemas anteriores y los
poemas posteriores, este poema tiene un carácter argumentativo y narrativo
predominantemente, sin ninguna duda, incluso la fecha que se menciona en el
poema, coincide con el segundo viaje de Pizarro tal como se menciona en la
historia oficial. Recordemos que en octubre de 1526, Pizarro y Almagro, con los
dos barcos, partieron de Chochama hacia el Sur y llegaron al rio de San Juan.
Mientras Almagro volvía por refuerzos a Panamá, el piloto Bartolomé Ruiz,
exploró la costa sudamericana occidental hasta Coaque, en cuyo viaje capturó
una balsa de indios tumbesinos con los cuales confirmó la existencia del Tawantinsuyo.
«Durante este verano de 1526, / derrumbóse la lluvia / sobre sus diarios
trajines y cabezas» (Ibídem). Es en esta fecha y con la captura de los indios
tumbesinos comienza una pugna entre dos culturas en el actual territorio peruano,
lo cual, se describe en el poema con un magistral y agudo análisis, en unos
cuantos versos, todo un proceso histórico que duró varios años, con
atrocidades, genocidios, violaciones y muertes permanentes. Después del ingreso
de los españoles, en el Perú, «nadie fue
dueño / de mover sus zapatos por la casa/ sin pisar a los muertos» (Ibídem),
incluso «Cagados por arañas y alacranes/, pocos sobrevivieron a sus caballos»
(Ibídem) de los españoles.
Hasta aquí, ya se hemos demostrado que en
la primera y segunda parte de Comentarios
Reales, hay un claro predomino de la antítesis, con mayor frecuencia la presencia de la ironía y cuyo fin es
desmitificar los procesos descritos por la historia oficial y reescribir la
historia de otro modo, valiéndose del humor y el sarcasmo. De igual modo es
recurrente la presencia de la metáfora, sobre todo metáforas adjetivales.
También es pertinente mencionar que la
segunda parte del poemario tiene una estrecha relación con la segunda parte del
texto colonial del Inca Garcilaso de la Vega. Cosa que no ocurre en la tercera
parte, donde el contexto histórico es más contemporáneo, casi posterior a la
publicación de la segunda parte del libro de Garcilaso. Donde más se resalta el
accionar de los más oprimidos a causa de la explotación y los tratos inhumanos.
Son campesinos, personas que trabajan en las minas quienes se levantan y
defienden sus tierras por sentir a los españoles «como una mosca vieja entre
sus hombros» (pág. 66). En el siguiente poema titulado “Túpac Amaru
relegado” (pág. 67), hay una crítica muy dura sobre la mala manera de reconocer
a nuestros héroes, si reconocemos, lo hacemos de una manera equívoca, premiamos
a los que más apariencia tienen, pero ¿quiénes promueven esa mala manera de
hacer historia?, el sistema oficial, el sistema dominante. Por ello «Hay
libertadores/ de grandes patillas sobre el rostro,/ que vieron regresar muertos
y heridos/ después de los combates» (Ibídem) para luego ser venerado y
considerado héroes, cosa que Cisneros desenmascara por ser una farsa creada y
fomentada por la historia oficial manejada por los dominantes (gobernantes) a
su antojo. Los verdaderos héroes —nos dice el poeta— no han tenido la misma
suerte de ser recordados de una manera considerable como esos falsos
libertadores que se valieron del pueblo para luego ser ensalzados. Si se ha
intentado reconocer el sacrificio del pueblo, se ha hecho de una manera más
ínfima, por ejemplo, «Otros sin tanta fortuna, han ocupado/ dos páginas de
texto/ con los cuatro caballos y su muerte» (Ibídem).
Por último, la cuarta parte del poemario
“Nuestros días” cierra con tres poemas (“Descripción de plaza, monumento y
alegorías en bronce”, “Javier Heraud”, “Héroe de nuestros días”) y más un poema
titulado “Epílogo”. En el primer poema: “Descripción de plaza, monumento y
alegorías en bronce” (pág.71) están presentes los campos figurativos de la
metáfora, de igual modo predomina la ironía para desmitificar el accionar del
libertador y la forma en que ha quedado sus hazañas, solamente grabados en «verde
bronce y blanco por los pájaros» (Ibídem), es decir, no solamente el libertador
está casi en el olvido, sino también es bañado por el excremento de los pájaros
que le pintan de blanco al monumento. En cambio en el poema “Javier Heraud”
(pág. 72) se exalta la figura del sujeto con un tono, no tanto irónico, sino
mas bien, grave y nostálgico. La caracterización al sujeto en dicho poema se
realiza como especie de añoranza, incluso me atrevería afirmar que hay huellas
vallejianas presentes en el poema, a pesar de que en algunas entrevistas,
Cisneros manifiesta que no fue Vallejo su poeta predilecto.
CAPÍTULO III
3.
LOS INTERLOCUTORES, LAS TÉCNICAS
ARGUMENTATIVAS Y UN
ACERCAMIENTO A LA ORGANIZACIÓN Y LA
COSMOVISIÓN DEL
POEMARIO.
En el primer capítulo desarrollé acerca
de los campos retóricos en la poesía de Cisneros y la perspectiva de la crítica,
donde también he tratado de abordar sobre la opinión de algunos críticos y la
presencia de la poesía conversacional en Cisneros, quien en base a dicha
técnica busca reescribir la historia peruana de otro modo valiéndose de la
ironía y la desmitificación. En el segundo capítulo desarrollé sobre los campos
figurativos relevantes en el poemario, donde traté de resaltar la presencia de
la antítesis con su figura retórica predominante de la ironía, de igual modo
sobre el predominio de la metáfora, sobre todo la metáfora adjetival, los
cuales me han permitido aproximarme a la idiosincrasia implícita que guarda el
texto dentro de los campos retóricos y los campos figurativos. En el tercer
capítulo abordaré sobre los interlocutores, las técnicas argumentativas y trataré
de desarrollar sobre la organización del poemario, de igual manera intentaré
aproximarme a la cosmovisión que configura el texto argumentativo.
3.1.
LOS INTERLOCUTORES Y LAS TÉCNICAS ARGUMENTATIVAS.
En el poemario Comentarios Reales, en su conjunto, hay presencia del locutor y
alocutario tanto representado y no representado. Donde el primero intenta
trasmitir al segundo de una manera irónica las falencia y el engaño que la
historia oficial guarda en sus páginas, sin reconocer el sacrifico de los
héroes anónimos o víctimas anónimas que perdieron sus vidas a causa del sistema
dominante, no solo a partir de la llegada de los españoles, sino, desde mucho
más antes, desde la época preínca. Por ejemplo en el primer poema
“Paracas” de la primera parte del
poemario (“Antiguo Perú”) el locutor no representado desmitifica, gracias a la
ironía, lo que la historia oficial engrandece y considera como a una gran
cultura muy bien organizada que practicaba una admirable textilería y la
trepanación craneana, como un espacio que anuncia que bajo esas arenas «sembraron
en manada a nuestros padres» (pág. 47). En cambio en el siguiente poema,
“Pachacamac” (pág. 48) de la misma sección del poemario, hay un locutor
representado en primera persona singular, por ejemplo, lo dicho podemos
corroborar en los siguientes versos: «Todavía la tierra entre mis dedos/ y esta
dura paja, me entristecen». Hay presencia de un locutor representado en los
versos anteriores, como un locutor que observa y es testigo de un
acontecimiento.
De igual manera hallamos la presencia de
un alocutor representado en algunos poemas, por ejemplo en el poema
“Trabajadores de tierras para el sol” (pág. 49) de la primera parte del
poemario, podemos rescatar lo dicho: «SABÍAN/ que el sol/ no podía/ comer/ ni
siquiera/ un/ retazo/ de choclo/, pero evitaron/ el fuego,/ la estaca/ en/ sus/
costillas». El alocutor representado está presente en el sujeto tácito “Ellos”.
El locutor alude a que “ellos” sabían que el sol no podía comer, pero aún así
obedecían por temor a los castigos y represalias. También la presencia de un
alocutor representado hallamos en la último poema de la primera parte “Antiguo
Perú”: « (ellos) Con ramas de huarango/ espantaban las moscan que crecían/
sobre el pecho de sus muertos» (pág. 50).
Un poema que mejor nos ilustra sobre la
presencia de un locutor y alocutor tanto representado y no representado es el
poema “Oraciones de un señor arrepentido” que agrupa dentro de ella varios
poemas como especie de sub-poemas y con un subtítulo cada una. En dicho poema resaltan
los cuatro tipos de interlocutores, por ejemplo en la primera parte,
subtitulado “Cuando el diablo me rondaba anunciando tus rigores” hay presencia
de un locutor representado «Señor, oxida mis tenedores y medallas, pica estas
muelas,/ enloquece a mi peluquero, los sirvientes/ en su cama de palo sean
muertos, pero líbrame del diablo» (pág. 57). En los versos anteriores el
locutor representado pide al Señor a que le libre de las desgracias, donde al
parecer alude sobre la presencia de un español, lo cual, podemos cerciorarnos
al leer todos los versos de esta parte. Además sabemos que los españoles fueron
quienes nos trajeron el concepto de diablo, antes, nuestro antepasados tenían
otro tipo de creencias. Y en la cuarta parte del mismo poema (“Cristo en el
matadero”), hallamos un alocutor representado: «Cuando (tú) hablaste/ del amor
y repartías/ la paz y los pescados,/ se acercaban/ para amarte, Señor/ amable y
sabio» (pág. 59). Donde el locutor no representado increpa al alocutor
representado que en algunos casos la bondad no trae más que problemas, por
ejemplo Cristo repartió, según el locutor, paz y amor para luego ser
recompensado con el castigo y con su posterior crucifixión, lo cual, está muy
evidente en los versos posteriores del mismo poema. La profecía de Cristo no solo
ha sido negativo para él, sino también para las posteriores generaciones porque
sus «palabras se hicieron estropajos,/ tambores pellejudos/ que anuncian/
negocios y matanzas» (Ibídem).
|
Por lo tanto, en la poesía de Cisneros,
hay cuatro tipos de interlocutores, como hemos podido ejemplificar: un locutor
y alocutor tanto representado y no representado. Dentro de los cuales, donde
hay presencia de un locutor representado, hay presencia de un alocutor no
representado. De igual modo, si en un poema de Cisneros se presenta un alocutor
no representado implica necesariamente la presencia de un locutor no
representado y así en forma viceversa. Y en cuanto la presencia de las técnicas
argumentativas, sobre todo, resaltan de una manera subyacente, la idea de
justicia y reciprocidad, donde los argumentos cuasi lógicos reconstruyen y
reescriben la historia de otro modo, desde el ángulo de los más olvidados y con
un claro diálogo intertextual con la historia preínca, colonial y sucesos
contemporáneos, como es el caso de la muerte de Javier Heraud.
3.2. UN
ACERCAMIENTO AL TÍTULO Y LA ORGANIZACIÓN DEL
POEMARIO
También cabe recalcar que para analizar
los Comentarios reales de Antonio
Cisneros debemos de tomar en consideración los títulos de los poemas y tratar
de contextualizar con los hechos que nos trasmite la historia oficial, sin
dicho detalle, es casi imposible llevar a cabo un buen análisis. Fijémonos nada
más en el título Comentarios reales, como
bien sabemos, el Inca Garcilaso de la Vega escribe su obra Comentarios reales de los Incas, aunque no necesariamente Cisneros
haya tomado en consideración dicha obra, hay una aproximación de una manera
opuesta. Es conocido que la primera parte de los Comentarios reales de los Incas trata sobre el Perú prehispánico y
que se complementa con una segunda parte titulada Historia General del Perú, que abarca la conquista española y el
inicio de la colonia, y que fue publicada en 1617. De igual modo Cisneros se
refiere al pasado prehispánico en la parte de “Antiguo Perú”, compuesta por
cuatros poemas: “Paracas, Pachacámac”, “Trabajadores de tierras para el sol” y “Antiguo Perú”. En cambio en la segunda parte del poemario
Comentarios reales, titulado “Hombres, obispos, soldados” específicamente en
los poemas: “Los conquistadores muertos”, “Consejo para un viajero”, “Cuestión de tiempo” y “Canción de obrajes, bajo el virrey
Toledo” y en otros poemas de la segunda parte, hay una relación opuesta[22]
con la segunda parte de la obra del Inca Garcilaso de la Vega. No ocurre igual
con la tercera parte del poemario, donde la temática ya nos tanto prehispánico
ni hispánico, sino, la culminación de la colonización bajo la lucha de los
precursores y hombres anónimos protagonizados por campesinos y gente de clase
baja, con lo cual, intenta desmitificar Cisneros a los supuestos libertadores y
protagonistas de nuestra historia como San Martín y Simón Bolívar.
|
Por último, quiero mencionar que la
organización tanto de capítulos y los títulos responden a una organización
planificada. Donde cada título es como el resumen o un adelanto de la temática
que se van a desarrollar en los poemas, son como un resumen de algún suceso o
como un título de un libro cualquiera de historia (el título del poemario) o
como el título de un capítulo de algún libro (los títulos de las partes del
poemario) y como subtítulos de los capítulos de un libro (título de los poemas),
etc.
3.3.
LA COSMOVISIÓN DEL POEMARIO
La manera de ver e interpretar el mundo[23]
en el poemario de Cisneros es de una manera irónica y crítica, con un claro
intento de ridiculizar y a la vez reescribir la historia de otro modo. El
diálogo que Cisneros entabla con el pasado nacional, desde las primeras
culturas hasta el presente, es decir, mediados de la década de los sesenta, es
de un modo desmitificador. La historia del Perú es sometida a una implacable
disección verbal. Para ello, se recurre a la polifonía y al tono
conversacional: ambos medios sacuden la memoria y le brindan al lector una
experiencia más humana y, por lo tanto, más visceral de una trayectoria
colectiva. Ésta, a menudo, ha sido tergiversada y moldeada a gusto de quienes
se consideraron vencedores, por herencia, en el proceso de conquista. Sobre
el carácter desmitificador que configura
la cosmovisión del poema, también es afirmado por el reconocido crítico Antonio
Cornejo Polar, quien sostiene lo siguiente:
“En
Comentarios reales, por ejemplo, es evidente el peso del pensamiento histórico
contestatario que está determinando la desmitificación de la versión hispanista
de la Conquista y la Colonia y que por entonces comienza similar trabajo con
respecto a la Emancipación...” (Cornejo Polar, 1998: 127)
|
Como bien afirma Cornejo Polar, en ese
pensamiento histórico contestatario, Cisneros reivindica a la clase oprimida
como un instrumento valioso por encima de los que fueron absorbidos por el
pensamiento occidental. Lo cual podemos notar, por ejemplo en la tercera parte,
donde se resalta el accionar de los más oprimidos a causa de la explotación y
los tratos inhumanos. Son campesinos, personas que trabajan en las minas
quienes se levantan y defienden sus tierras por sentir a los españoles «como
una mosca vieja entre sus hombros» (pág.
66). Dicha afirmación, también podemos corroborar en el poema titulado “Túpac
Amaru relegado”, donde hay una crítica muy dura sobre la mala manera de
reconocer a nuestros héroes, si reconocemos, lo hacemos de una manera equívoca,
premiamos a los que más apariencia tienen, pero ¿quiénes promueven esa mala
manera de hacer historia?, el sistema oficial, el sistema dominante. Por ello
en las páginas de nuestra historia «Hay libertadores/ de grandes patillas sobre
el rostro,/ que vieron regresar muertos y heridos/ después de los combates»
(Ibídem) para luego ser venerado y considerado héroes, cosa que Cisneros
desenmascara por ser una farsa creada y fomentada por la historia oficial
manejada por los dominantes (gobernantes) a su antojo. Los verdaderos héroes
—nos dice el poeta— no han tenido la misma suerte de ser recordados de una
manera considerable como esos falsos libertadores que se valieron del pueblo
para luego ser ensalzados. Si se ha intentado reconocer el sacrificio del
pueblo, se ha hecho de una manera más ínfima, por ejemplo, «Otros sin tanta
fortuna, han ocupado/ dos páginas de texto/ con los cuatro caballos y su muerte»
(Ibídem).
En conclusión, Antonio Cisneros, como en
las dos obras anteriores, en esta obra se caracteriza por reescribir la
historia de otra manera, diferente a lo relatado por los historiadores
oficialistas. Lo cual, él mismo afirma en una entrevista realizada por la
revista Lamás médula:
Uno
de mis primeros libros se llama David y es la historia del rey de la Biblia
contada al revés. Un poco dentro del espíritu de Bertolt Brecht, de contar la
historia al revés, o sea, no los héroes sino los anónimos, pero el tema es un
tema bíblico. Ahora, en Comentarios Reales tengo algunos poemas blasfemos y
alguno que otro reivindicativo; El Cristo, por ejemplo. Pero el tema religioso
siempre me ha interesado. Debo reconocer que a veces suena rara esta conjunción
de espíritu justiciero, religioso, y por otro lado mi espíritu absolutamente
hedonista[24].
En la cita anterior por la propia boca del autor, sabemos que sus
obras tienden a contar la historia al revés y al estilo de Bertolt Brecht, lo
cual, torna interesante porque da a la obra un matiz objetivo. Intenta sacudir
lo escondido y desempolvar la verdad de los hechos pasados. Incluso me
atrevería afirmar que la historia narrada por Cisneros son verdades escondidas
por la historia oficial. Él intenta relucir lo escondido y lo oculto de una
manera irónica. Si la historia oficial habla de maravillosos edificios Cisneros
habla de escombros dentro de esos
edificios.
El trabajo de Cisneros como poeta, es
extraordinario. Porque por intermedio de sus versos lanza un golpe bajo al
sistema oficial engañoso, perverso a causa de la herencia española que ha
adquirido esa mala manera de vivir en falsas apariencias y ambiciones
permanentes ocultando la realidad y pisoteando al pueblo. Dicho de paso,
tampoco se salvan los dominantes del imperio incaico antes de la llegada de los
españoles, también reciben su puya, específicamente en los poemas “Trabajadores
de tierras para el sol (pág. 49) y el
poema “Antiguo”, donde se muestra la tiranía de los gobernantes incas y la
sumisión de la clase dominada por temor a castigos y represalias.
Aparte de crítico, con sus poemas,
Cisneros se convierte en un poeta testigo que conoce muy bien la verdadera historia, es un poeta consciente de
la realidad y circunstancia que afrontan los oprimidos a causa de un sistema
corroído y enfermo. Es un poeta que revive acciones pasados de una manera
irónica y se convierte en un testigo implacable e incorruptible. Lo cual,
confirma la última parte del poemario, “Nuestros días”, donde reluce temas de
la actualidad pero con rezagos coloniales, una sociedad agitada, enferma,
corrupta y animalizada a causa de los sistemas dominantes que siempre ocultan
la verdad y solo trasmiten al pueblo las falsas apariencias, apariencias
engañosas que cada vez corroe la moral de la sociedad.
|
3.4. CONCLUSIONES FINALES.
Las conclusiones más resaltante que he
llegado y en forma de resumen son los siguientes:
1. En
el campo retórico de los poemas de Cisneros predomina el carácter narrativo y
argumentativo con el uso recurrente de la ironía, la metáfora y otros campos
figurativos.
2. La
organización del poemario obedece a una intención narrativa y argumentativa,
dicho de paso dialogan intertextualmente con las obras de Garcilaso.
3. El
título del poemario y de los poemas, no son gratuitos, obedecen a una
intención, a una poética. Sobre todo la finalidad es reescribir la historia de
otro modo y resaltar la imagen de los personajes poco relevantes gracias a la
desmitificación de los personajes que nuestra historia resalta
considerablemente.
4. Comentarios
reales, es otro modo de reescribir la historia, porque se basa en hechos del
pasado pero de una manera antagónica y opuesta, valiéndose de la ironía, el
sarcasmo y la desmitificación.
5. Al
plasmar una crítica y reelaborar la historia, el poeta se convierte en un
testigo que observa todo desde un extremo de los hechos y con ello, revive y
busca héroes anónimos o poco mencionados por la historia oficial.
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1998, p. 245.
[1]
Arduini, Stefano. Prologómenos a una
teoría general de las figuras. Murcia: Universidad de Murcia, 2000, p. 47.
[2]
Trato de poner en mayúscula los iniciales para resaltar mejor y por
considerarlo como una disciplina.
[3]
Cisneros, Antonio. Poesía reunida
(1961-1992). Lima: Editora Perú, 1996.
[4]
Arduini, Stefano. Op cit., p. 47
[5]
Este apunte realicé en la clase que dictó el profesor Hildebrando el año pasado
en el curso de Poesía Peruana Contemporánea.
[6]
Cornejo Polar, Antonio. “La poesía de Antonio Cisneros: primera aproximación”.
En la colección Metáforas de la
experiencia: la poesía de Antonio Cisneros realizado por Miguel Ángel
Zapata (editor). Lima: Fondo Editorial PUCP, 1998, p. 121.
[7]
Ibídem, p. 122.
[8]
Ortega, Julio. “La poesía de Antonio de Antonio Cisneros”. En la colección Metáforas de la experiencia: la poesía de
Antonio Cisneros realizado por Miguel Ángel Zapata (editor), p. 132.
[9]
Ibídem, p. 133.
[10]
Zapata, Antonio. “La poesía urbana de Antonio Cisneros”. En Metáforas de la experiencia: la poesía de
Antonio Cisneros, 1998, p. 245.
[11]
Ulloa Sánchez, Oswaldo. Poesía Coloquial
o conversacional. Hagamos un trato. Disponible en: www.poesias.cl/poesia_coloquial.htm,
visto el 25 de junio de 2014.
[12]
Fernández Retamar, Roberto. "Antipoesía
y poesía conversacional en Hispanoamérica". Para una teoría de la poesía
hispanoamericana y otras aproximaciones. La Habana: Casa de las Américas,
1975. p.111-126.
[13]
Alemany Bay, Carmen. “Para una revisión de la poesía conversacional”. En Alma Máter (revista electrónica)
Disponible en: www.sisbib.unmsm.edu.pe/bibvirtual/publicaciones.
[14]
Ibídem.
[15]
Ulloa Sánchez, Oswaldo. Op. Cit. (www.poesias.cl/poesia_coloquial.htm).
[16]
Fernández Retamar, Roberto. Op. Cit. P. 111-126
[17]
Arduini, Stefano. Op. Cit. P. 47.
[18]
Sobre este tema desarrollemos en la clase de Retórica y Estilística Literaria:
“La metáfora según Pierre Fontannier”.
[19]
Posiblemente el locutor se refiera sobre los habitantes de la zona andina,
porque el gorro peludo, nos conlleva a suponer ello.
[20]
He colocado en Mayúscula por tratarse de la divinidad y para resaltar mejor que
se trata de un nombro propio, aunque con ello, tal vez rompa reglas que nos
propones la RAE.
[21]
Ch. Perelman y L. Olbrechts-Tyteca, en el Tratado
de la argumentación. La nueva retórica, en el tercer capítulo
relacionado sobre las “técnicas
argumentativas”, desarrollan sobre “La regla de justicia” y afirman que «la regla de justicia exige la
aplicación de un tratamiento idéntico a seres o situaciones que se integran en
una misma categoría» (pág. 340), algo similar, Cisneros desarrolla en su poesía
la idea de justicia y plantea la aplicación de igual trato entre seres humanos
al desmitificar a algunos personajes de nuestra historia. De igual modo, en el
mismo libro de Tratado de la
argumentación. La nueva retórica, se desarrolla sobre el concepto de
“Argumentación de reciprocidad” (pág. 343) y se menciona que dichos argumentos
realizan la asimilación de situaciones considerando que ciertas relaciones son
simétricas (Ibídem), tal como Cisneros plantea en su poesía. Porque la idea de
desmitificación, de algún modo nos muestra la búsqueda de justicia y
reciprocidad, es decir, gracias a la mitificación, Cisneros baja de su peldaños
a algunos personajes y lo coloca simétricamente al nivel de cualquier persona
común.
[22]
Digo opuesta, porque Cisneros narra en sus versos la misma historia pero de
otro modo, a la inversa.
[23]
La RAE define el concepto de “cosmovisión” como la manera de ver e interpretar
el mundo.
[24]
Entrevista realizada en Lima por el
argentino Néstor Colón. Revista Lamás
Médula. Enero-Abril de 2010.